Cuando sufrimos cualquier derrota
pensamos que todo ha terminado.
Y no es verdad.
Ése es el principio siempre.
Porque la grandeza se alcanza,
no cuando todo va bien
sino cuando la vida te pone a prueba,
cuando tienes un gran tropiezo,
cuando te decepcionan,
cuando la tristeza te invade.
Porque solamente estando
en lo más profundo del valle,
puede saberse lo magnífico
que es estar en la cima de una montaña.
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